Con la aparición de los primeros acordes, Rihanna entona claramente para todos sus seguidores que “la espera ha terminado”. Su cuarto disco en estudio ya está aquí, y ha llegado con la firme intención de proponer una mezcla intrigante de R&B, hip hop y alguno que otro elemento relacionado con el rock (sobretodo diversas guitarras que aparecen en instantes climáticos).
En un año que difícilmente olvidara, la barbadense da un salto impresionante hacia la madurez como artista e intérprete, y entrega un álbum a la medida; una de esas producciones que, siendo o no fanático de sus obras anteriores, invita a una escucha detallada y a adentrarse en el universo que ha creado.
Un álbum que encuentra sus raíces en las experiencias más recientes de la artista, lo que termina por dotarlo de un aire personal que funge como gancho demoledor, y en el que le canta al amor, al desamor, a los procesos -en ocasiones radicales- que se deben atravesar para superar relaciones pasadas, y a la esperanza de un mejor porvenir en todos los aspectos.
Llama poderosamente la atención, además del primer sencillo promocional “Russian Roulette”, la colaboración junto a Jeezy en el tema “Hard”. Intenso, dinámico. Cuenta con los elementos necesarios para hacer bailar hasta al más arrítmico. Beats y bajos acomodados de manera inteligente que, al igual que el resto de la producción, dan vida a una placa importante dentro de los terrenos pop de hoy día.
Con “Stupid in Love” brinda armonías que se inclinan más hacia la balada, exterioriza un poco el sentimiento que se ha generado en ella a raíz de los multi sonados escándalos de violencia en los que se vio inmersa, y se despide muy a su manera de todas aquellas vibras y situaciones que podrían postrarse entre sí misma y un desarrollo pleno como artista.
Quizá “Rated R” no sea el cúmulo de melodías que re inventen el sonido del género en las postrimerías de la década, pero representa un paso firme hacia la consolidación de una carrera que desde su inicio ha prometido bastante. Me parece que Rihanna no defrauda sino todo lo contrario, cumple y hasta supera las expectativas.
A reserva de lo que cada uno de ustedes considere, los tracks más recomendables son “Hard”, “Stupid in Love”, “Russian Roulette”, “Fire Bomb”, “Photographs” -en la que comparte créditos con Will.i.am, de Black Eyed Peas-, “Te Amo”, “Cold Case Love” y “The Last Song”.
En un año que difícilmente olvidara, la barbadense da un salto impresionante hacia la madurez como artista e intérprete, y entrega un álbum a la medida; una de esas producciones que, siendo o no fanático de sus obras anteriores, invita a una escucha detallada y a adentrarse en el universo que ha creado.
Un álbum que encuentra sus raíces en las experiencias más recientes de la artista, lo que termina por dotarlo de un aire personal que funge como gancho demoledor, y en el que le canta al amor, al desamor, a los procesos -en ocasiones radicales- que se deben atravesar para superar relaciones pasadas, y a la esperanza de un mejor porvenir en todos los aspectos.
Llama poderosamente la atención, además del primer sencillo promocional “Russian Roulette”, la colaboración junto a Jeezy en el tema “Hard”. Intenso, dinámico. Cuenta con los elementos necesarios para hacer bailar hasta al más arrítmico. Beats y bajos acomodados de manera inteligente que, al igual que el resto de la producción, dan vida a una placa importante dentro de los terrenos pop de hoy día.
Con “Stupid in Love” brinda armonías que se inclinan más hacia la balada, exterioriza un poco el sentimiento que se ha generado en ella a raíz de los multi sonados escándalos de violencia en los que se vio inmersa, y se despide muy a su manera de todas aquellas vibras y situaciones que podrían postrarse entre sí misma y un desarrollo pleno como artista.
Quizá “Rated R” no sea el cúmulo de melodías que re inventen el sonido del género en las postrimerías de la década, pero representa un paso firme hacia la consolidación de una carrera que desde su inicio ha prometido bastante. Me parece que Rihanna no defrauda sino todo lo contrario, cumple y hasta supera las expectativas.
A reserva de lo que cada uno de ustedes considere, los tracks más recomendables son “Hard”, “Stupid in Love”, “Russian Roulette”, “Fire Bomb”, “Photographs” -en la que comparte créditos con Will.i.am, de Black Eyed Peas-, “Te Amo”, “Cold Case Love” y “The Last Song”.
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